Las premisas son aquellas ideas preestablecidas de las que se parte en un razonamiento a partir de las cuales se llega a una conclusión o idea argumentada y razonada que puede ser utilizada ella misma como premisa en otro razonamiento. Tanto las premisas como las conclusiones tienen sus propios conectores para expresarse. Así, para expresar una premisa utilizamos conectores de causa tales como ya que, puesto que, partiendo de, teniendo en cuenta que o a raíz de que, entre otros, y para expresar las conclusiones se utilizan conectores de consecuencia como luego, entonces, por esto, por lo tanto, de esta manera o consecuentemente, entre otros.
Pongamos como ejemplo el siguiente razonamiento:
Puesto que en clase hay ruido, no podremos estudiar.
En él la premisa es que en clase hay ruido y viene precedida por el conector de causa “puesto que” y la conclusión que se saca de esta idea es que no podremos estudiar.
Podemos reformular el mismo razonamiento con conectores de conclusión o consecuencia:
En clase hay ruido, luego no podremos estudiar.
Tanto la premisa como la conclusión siguen siendo las mismas, pero el conector que hemos utilizado en este caso es el conector “luego”.